jueves, 14 de noviembre de 2013

El secreto del Sistema educativo de los Primeros lugares de PISA



EL SECRETO DE LA EDUCACIÓN DE ALGUNOS PAÍSES

 

EL SECRETO FINLANDÉS:

Los resultados del primer estudio PISA, llevado a cabo en el 2000. Los finlandeses habían emprendido desde hace 30 años profundas reformas en su sistema educativo; pero no habían tenido aún la oportunidad de constatar los efectos positivos de un modo tan incuestionable y en el marco de un estudio comparativo tan extenso.

Finlandia es un país donde las desigualdades consiguen ser corregidas mejor por la educación; es un país donde las diferencias de capacidad entre los chicos y chicas son las más bajas y dónde los alumnos tienen una valoración muy positiva de ellos mismos con relación a los aprendizajes.

 

LAS CLAVES DEL ÉXITO:

*      Cada alumno es importante.

La fórmula que concentró gran parte: ¿Qué es necesario poner en el centro del sistema, el alumno o los conocimientos? Finlandia eligió sin discusión la primera alternativa. Parece incluso que un fino y profundo análisis de las necesidades reales de cada alumno es lo que está detrás del asombroso éxito del sistema, pacientemente construido en 30 años de reforma. La idea de que un alumno feliz, bien desarrollado, libre de progresar a su ritmo, adquirirá más fácilmente los conocimientos fundamentales no es una utopía de un pedagogo iluminado: es simplemente la idea que orienta la acción de todos: el Estado, las municipalidades, los directores de establecimiento, los profesores. Finlandia respeta profundamente los conocimientos, pero respeta aún más a los individuos que están en proceso de adquirirlos. Y eso no es tenido allí como un idealismo desabrido, sino por el más elemental pragmatismo.

*      Un medio ambiente cálido y acogedor.

El alumno debe sentirse en la escuela “como en su casa”. Toda divergencia entre la escuela y la casa debe ser borrada en la medida de lo posible. El marco de vida está concebido para favorecer esta continuidad: la escuela es un lugar de vida donde los espacios de trabajo son extensos y dónde los lugares previstos para el descanso son cómodos. Los alumnos descansan en pasillos de colores cálidos y a menudo decorados por trabajos de ellos mismos, sin carreras ni empujones. Sin degradaciones: los locales están limpios y se respetan como un segundo hogar. Pareciera incluso que no está en el espíritu de los alumnos la idea de manchar, de destruir.

En cuanto a las relaciones entre los profesores y los alumnos, éstas son de gran familiaridad, lo que no excluye en ningún caso el respeto mutuo. Desde el jardín de niños hasta el liceo, los profesores son accesibles, están disponibles y atentos. Los profesores buscan ayudar a los alumnos a aprender. Todo es extremadamente cálido y amistoso.

*      Ritmos de aprendizaje adaptados a los niños

A partir de 7 años los niños comienzan normalmente el aprendizaje de la lectura. Antes de esto, en el jardín de niños (de 1 a 6 años) y en la educación preescolar (de 6 a 7 años) se pretende sobre todo despertar las aptitudes de los niños, sus habilidades, su curiosidad. Cada día es dedicado a una disciplina (música, deporte, actividades manuales o artísticas, lengua materna, matemáticas) pero los niños trabajan solamente durante la mañana, siempre de manera muy atractiva. La tarde es reservada al juego.

Los aprendizajes iniciales se logran sin violencia, sin tensión y sin presiones, con la preocupación constante de estimular, de motivar, de mantenerse en estado de escucha. Si un niño muestra disposiciones particulares, se le dará la oportunidad de aprender a leer precozmente (6 años). En cambio, y estando de acuerdo con los padres, los profesores pueden dejar a un niño hasta los 8 años en el jardín si todo indica que no está listo para la lectura.

La repetición de año está, en principio, proscrita por la ley; puede ser propuesta de modo excepcional, pero en este caso debe ser siempre aceptada por el alumno y por la familia. En cambio, se organiza sistemáticamente grupos de apoyo para los alumnos que muestran tener dificultades en una u otra materia. Además, se envía a la clase un auxiliar para apoyarlos.

La jornada de trabajo se organiza cuidando respetar los ritmos biológicos del niño y de evitar todo cansancio inútil: hasta los 16 años – cuando se finaliza la escuela obligatoria- las sesiones se limitan a 45 minutos y se entrecruzan con períodos de descanso de 15 minutos durante los cuales los alumnos pueden caminar libres por los pasillos, hablar tranquilamente en las salas de descanso, jugar o utilizar las computadoras  puestas a su disposición.

*      Una detección precoz de las desventajas y desordenes del aprendizaje y uso de las ayudas específicas

Con el fin de poder adaptarse lo mejor posible a las necesidades de cada niño, los finlandeses tienen establecida una detección precoz y sistemática de los desordenes del aprendizaje y de desventajas diversas. Desde el jardín de niños, los alumnos son sometidos a una serie de pruebas. Los que muestran mayores desventajas pasarán al primer grado de escuela primaria en clases especializadas que serán llevadas a cabo con

5 alumnos por clase, con profesores formados a tal efecto. Las clases para niños “con necesidades especiales” se dan en escuelas normales, lo que permite integrarlos a ciertos cursos “normales” donde esto sea posible (trabajos manuales, música, deporte – naturalmente, cuando no se trata de una desventaja física). Cuando los problemas son menores, se prefiere la integración total, con todos los medios técnicos necesarios para favorecerla.

*      Un promedio alto de atención a los alumnos.

Durante los primeros años de la escuela obligatoria (“Basic Education”, de 7 a13 años), el número de alumnos por clase no debe sobrepasar de 25. En realidad, la norma parece indicar un número menor: 20 alumnos. Desde la escuela primaria, e incluso en la secundaria, hay auxiliares de educación que colaboran con el profesor en la misma clase o se hacen cargo de grupos reducidos de alumnos que necesitan ayuda particular.

*      Alumnos activos y comprometidos.

A lo largo de mi visita, no asistí a ninguna clase magistral. Siempre vi alumnos en actividad, solos o en grupo. Siempre he visto a profesores que solicitaban su participación y se mantenían atentos a sus demandas.

Pero en Finlandia ésa la norma. El profesor está allí como un recurso entre otros. En una clase de finés las paredes están cubiertas con estantes de libros; no hay una sala que no tenga su retroproyector, su computadora, su vídeo proyector, su TV y su lector de DVD. Todos los medios para poner a los alumnos en contacto con los conocimientos son buenos y los alumnos son constantemente impulsados para construir un sentido a su medida a partir de todo lo que tienen a su alcance.

*      Una libertad de elección delimitada.

Una de las características más conocidas del sistema finlandés es la gran libertad de elección dejada a los alumnos para organizar sus estudios. En realidad, esta libertad es progresiva, y está en relación con el grado de madurez de los alumnos. A lo largo de la educación del “ciclo fundamental" (entre 7 y 13 años) los estudios son iguales para todos. Los alumnos comienzan el aprendizaje del inglés a los nueve años; a los 11 pueden elegir otra lengua entre el alemán, el francés, el sueco y el ruso (El alemán suele ser tener una preferencia claramente mayoritaria).

*      Una evaluación motivadora.

Hasta los 9 años los alumnos no son evaluados con notas. Sólo a esa edad los alumnos son evaluados por primera vez, pero sin emplear cifras. Así, la adquisición de los saberes fundamentales puede hacerse sin la tensión de las notas y controles y sin la estigmatización de los alumnos más lentos. Cada uno puede progresar a su ritmo sin interiorizar, si no sigue al ritmo requerido por la norma académica, ese sentimiento de deficiencia o incluso de "nulidad" que producirá tantos fracasos posteriores, esa imagen de sí tan deteriorada que, para muchos alumnos, hace que los primeros pasos sobre los caminos del conocimiento sean a menudo generadores de angustia y sufrimiento.

Finlandia ha elegido confiar en la curiosidad de los niños y en su sed natural de aprender. Las notas en esta fase no serían más que un obstáculo. Ello, por supuesto, no excluye informar a las familias regularmente sobre los progresos de sus niños.

*     Una selección exigente.

La selección inicial contribuye a contar desde el comienzo de los estudios con candidatos elegidos considerando no sólo las competencias disciplinares y teóricas que poseen sino tomando en cuenta también el concepto que ellos se han formado sobre su oficio y el conocimiento que tienen conocimiento de la infancia.

Los profesores deben conseguir un puesto. No hay en Filandia un « movimento » nacional, ni siquiera regional o departamental de profesores. Son las municipalidades, que tienen amplias competencias en materia de educación, las responsables del reclutamiento. Ellas comparten esta responsabilidad con los 12 establecimientos de enseñanza, cuyos directores participan en las comisiones y pueden influir en las decisiones en función de sus necesidades y proyectos. Los profesores son pagados directamente por los establecimientos, cuyos presupuestos, solventados por las municipalidades, incluyen los salarios de los docentes.

*     Una formación inicial cuidadosa.

Todos los profesores deben ser titulares de una maestría (maestría en ciencias de la educación para los « class teachers », maestría en una disciplina para los « subject teachers »), la que será complementada, como ya lo hemos dicho, con estudios de pedagogía.

*     Un tiempo moderado de trabajo pero con un definición amplia del servicio

Hemos visto que los profesores finlandeses no son mejor pagados que la mayor parte de sus colegas de los países de la OCDE.  Los profesores consideran igualmente como parte de su trabajo la relación con la familia fuera del horario escolar: no es raro que un profesor visite el domicilio de sus alumnos para tomar nota de sus condiciones de vida, tarea que en Francia es asumida por los asistentes sociales.

*     Condiciones materiales óptimas

Los profesores finlandeses gozan de condiciones materiales de trabajo particularmente favorables. La carga docente –lo he dicho ya- rara vez excede de 25 alumnos. Las aulas son espaciosas y totalmente equipadas con los recursos más modernos.

*     Una completa libertad pedagógica

Los profesores con quienes me entrevisté mostraban un grado impresionante de satisfacción respecto de su trabajo. No eran profesores amargados, decepcionados, desengañados; por el contrario, eran profesores felices, orgullosos de su sistema educativo, al que consideran con toda justicia como particularmente bien organizado.

Una vez que han pasado el trance de la formación y reclutamiento, los profesores gozan de una libertad pedagógica total y de un margen amplio de autonomía y de iniciativa; y seguramente es ése el componente esencial de su motivación.

*     Profesores expertos asociados a la universidad

Concluidos sus estudios, los profesores mantienen un contacto estrecho con la universidad. Su nivel de formación y su experticia en pedagogía sostienen su derecho a ser miembros asociados. Ellos participan en la formación de sus colegas acogiéndolos en sus clases e interviniendo en las sesiones de la facultad. Ellos son consultados regularmente sobre el contenido de los programas, en los cuales, para su aplicación local, ellos pueden incorporar los cambios que les parecen pertinentes, siempre en acuerdo con el director del establecimiento y los responsables locales de la educación.

*     Una formación continua claramente determinada

Muy preocupados por mantenerse al día con los cambios de la sociedad y de su profesión, los profesores participan regularmente en acciones de formación continua. Los directores de los establecimientos pueden estimularlos a hacerlo sobre asuntos que sienten como necesarios. Esto no se consigue en un régimen de obligación sino mediante la negociación y el diálogo. El papel de los profesores en el éxito del sistema finlandés aparece así en el primer plano. Dueños de una formación inicial de alto nivel, en la cual la pedagogía ocupa un lugar fundamental, ellos gozan de una gran confianza y consideración de parte de su institución y aun de la sociedad entera. Ellos se involucran profundamente en un oficio que aman y que los motiva, pues se sienten libres para desarrollar su propia manera de enseñar.
 
http://youtu.be/yRMWcsqnsmY
 

EL SISTEMA EDUCATIVO JAPONES

En países desarrollados como Japón la alfabetización es de 99% debido a la prioridad que se le da al sistema educativo. El gobierno de Japón cuenta con un sistema de becas para estudiantes extranjeros con la finalidad de elevar el nivel académico del Japón mediante intercambio internacional. Unos 65 000 estudiantes extranjeros se encuentran en Japón.

La educación es obligatoria únicamente durante los nueve años que duran la primaria y secundaria entre 6-17 años pero el 97% de los alumnos continúa sus estudios secundarios superiores. La razón principal es que la sociedad japonesa está basado en la titulocracia, es decir, que la posesión de una determinada titulación es fundamental para ocupar cierta posición social. Hay escuelas de formación profesional y colegios para disminuidos físicos.

En Japón el nivel de cultura y alfabetización ha sido siempre sumamente alto. Allí la enseñanza secundaria no es obligatoria, pero aún así la mayoría de los estudiantes continúan con ella. El objetivo de esta educación nunca será el bien del individuo, si no el bien del colectivo y la sociedad japonesa. Los estudiantes deben aprender a criticarse, a saber manejarse en casi todos los aspectos necesarios para la vida y, sobre todo, deben trabajar muy duro. Los estudiantes japoneses siempre se sitúan entre los primeros de los rankings mundiales. En la mayoría de exámenes matemáticos en los que participan, por ejemplo, son siempre los primeros de todos los países.

Es un aspecto social y cultural que les viene enseñado desde muy pronto. Esta forma de educarse, muy importante para los japoneses, es un aspecto que cultivan y fomentan casi desde el nacimiento del niño. Todo ello con el fin de que en un futuro sean útiles a la sociedad en la que viven. Sin embargo esta perfecta formación debe empezar pronto o no estará completa.

Universidad

Comienza a la edad de 18 años y su finalización varía según el tipo de educación universitaria que elijan. Para acceder a una universidad privada es necesario realizar antes un examen con el que se pueda pasar, examen para que el estudian todo el último año de bachillerato. Existen universidades públicas, pero los estudiantes en Japón prefieren realizar el examen para una universidad privada y acceder así a las mejores de Japón. La alternativa para aquellos jóvenes que no lleguen a la nota o no quieran ir a una privada, es la universidad pública o el acceso directo a la universidad que esté unida al centro en el que estudiaron bachillerato. Estas son las subdivisiones de las que se conforma el sistema educativo de este país. Generalmente aquellas que aportan a los estudiantes el carácter que poseen, son las dos últimas. Casi el 94% de los jóvenes japoneses pasan a la escuela media y el bachillerato, a pesar de que a partir de la escuela elemental la educación deja de ser obligatoria. La presión a la que los estudiantes japoneses se ven sometidos es ciertamente abrumadora. Desde que son niños se les prepara para ser perfectos. Fuera de la enseñanza obligatoria o educativa, la mayoría de niños y jóvenes realizan diversas actividades. Las escuelas japonesas poseen una gran oferta de actividades extraescolares, que los japoneses no dudan en compaginar con sus extensos estudios.

http://youtu.be/469JDPkkh5E

 

EL SISTEMA EDUCATIVO DE COREA DEL SUR

Corea del Sur daba la campanada en el último informe PISA al arrebatar a Finlandia el primer puesto mundial como el país con mejores resultados en comprensión lectora y conocimientos matemáticos y una buena nota en competencia científica. Era la constatación de un «milagro» educativo, que en 60 años no solo ha sacado al país del analfabetismo que existía tras su liberación de Japón en 1945 sino que lo ha elevado al podio de la OCDE.

Una tierra de campesinos analfabetos y semianalfabetos con solo una muy pequeña clase urbana se ha transformado en una de las naciones con mejor educación del mundo», constata el profesor estadounidense.

A través de la educación se reconstruyó el país después de la guerra tanto social como económicamente, un objetivo que aún hoy se mantiene en esencia. «El principio fundamental de todo el sistema educativo coreano es fomentar la formación como medio para el crecimiento económico del país.

El sistema educativo comprende de uno a tres años de preescolar, seis años de escuela primaria, tres del ciclo medio de la escuela secundaria, tres del ciclo superior de secundaria (preparatoria), y cuatro años de facultad en la universidad. La educación primaria es obligatoria y gratuita, con almuerzo incluido y los tres primeros años de secundaria también son obligatorios.

El 98% de los estudiantes termina la educación secundaria y casi un 60% obtiene un título universitario en Corea del Sur. Detrás de este éxito, hay jornadas maratonianas de estudio: Seis o siete horas de clase en la escuela, más cuatro o cinco horas de clase privadas, más tiempo de estudio en casa o en bibliotecas para un estudiante de secundaria. Los alumnos surcoreanos estudian 16 horas más a la semana que la media de la OCDE. Las familias invierten mucho en la educación de sus hijos, y al mismo tiempo exigen muy buenos resultados, constata Oh Dae-sung.

A la disciplina y el esfuerzo acompaña un gran respeto por la figura del profesor. «En Corea se sigue el dicho "al profesor no se le pisa ni la sombra"», aseguran desde Han-Association, porque «es una persona que eligió la vocación de transmitir sus conocimientos, no la profesión de funcionario y, por tanto, se agradece siempre su esfuerzo». Los profesores se encuentran entre los profesionales mejor pagados del país y se someten a evaluaciones en las que participan los estudiantes y los padres para mejorar su nivel de especialización.

Se considera la educación como la mejor inversión, pues los coreanos no estudian para ser empleados de una gran empresa, sino que estudian y trabajan para fundar sus propias grandes empresas que puedan expandirse (y con ellas la cultura coreana) a todo el mundo», añaden desde la asociación.
http://youtu.be/eYMTP4sXqtE
 

 

 





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